Siempre me ha gustado ir a conciertos. Desde que pisé por primera vez un recinto y vi mi primera actuación en directo (fue Frankie Goes To Hollywood 1984 Birmingham Odean, si quieres saberlo).

Durante los cierres, se prohibió la música en directo y los locales musicales se vieron obligados a cerrar. A pesar de que desde hace algún tiempo se les permite reabrir, a la industria musical le ha costado un poco volver a ponerse en pie. ¿Cómo se mantiene el distanciamiento social en un moshpit?

Pero con las restricciones ya totalmente levantadas y la vida volviendo a la normalidad, por fin conseguí salir a un concierto en directo. Y vaya si fue refrescante. Me subí al taxi con mi compañero de concierto Gerry, y nos dirigimos a la Academia O2 de Birmingham para disfrutar de una noche de rock / punk a cargo de una de mis bandas favoritas, Idles.

Voy a ser sincero. Después de tanto tiempo fuera de la escena, no estaba seguro de qué esperar. ¿Estaría a la altura de mis expectativas? ¿Habrán cambiado mis gustos? ¿Seguirá siendo la música en directo una parte importante de mi vida en este mundo pospandémico? La respuesta fue un sí rotundo

Me lo pasé en grande. Uno de los mejores conciertos en los que he estado. La música, la gente, el ambiente... todo increíble. Me sentí tan bien de volver

No soy tonto. Sé que las libertades que estamos experimentando aquí en el Reino Unido aún no están al alcance de muchos en todo el mundo. Pero quería compartir esto como un mensaje de esperanza. Si todavía estás restringido y luchando contra la pandemia, aguanta. Vendrán tiempos mejores. Y si has vuelto a hacer algo que te gusta, me gustaría que me lo contaras. ¿Qué has echado de menos? ¿A qué estás impaciente por volver? Responde y cuéntamelo. Nunca dejáis de sorprenderme con vuestras respuestas....