¿Qué tan bien conoce realmente a las personas con las que trabaja?
La forma de hacer negocios de la “vida real” está desapareciendo. Atrás quedaron los días en que las reuniones se realizaban en persona y beber y charlar con sus clientes ideales era una práctica común. Pero todavía soy un poco anticuado cuando se trata de establecer relaciones comerciales. Me gusta mantenerme en contacto, reunirme en eventos de la red o ponerme al día cara a cara tomando una cerveza. Por eso me gusta pensar que conozco bastante bien a mis clientes, colegas y socios. Y lo hago… Pero algo sucedió recientemente que me recordó que incluso si crees que realmente conoces a alguien, ¡siempre puede sorprenderte!
Como sabes, me gusta construir relaciones a largo plazo tanto con mis clientes como con mis proveedores. Si trabajas conmigo y haces un buen trabajo, estaré en esto a largo plazo. Uno de mis proveedores ha trabajado conmigo durante casi 8 años. Mantenemos conversaciones regulares por teléfono, nos comunicamos por correo electrónico varias veces a la semana y también nos hemos visto en persona muchas veces. Si me hubieran preguntado si la conocía bien, habría dicho absolutamente. Sé de su negocio, sus hijos, su marido, sus aficiones, sus vacaciones…
Pero recientemente me envió un correo electrónico que me sorprendió... Al enviarme un correo electrónico sobre un proyecto que estaba completando para mí, mencionó que había pasado el fin de semana compitiendo en un torneo de esgrima y había quedado en cuarto lugar. Y esto realmente me sorprendió. Verás, sabía que practicaba tiro con arco y habilidades circenses, pero no tenía idea de que practicaba esgrima, ¡y mucho menos que era un estándar de competencia! ¡Podría haber sido un poco más cuidadoso en nuestras conversaciones si hubiera sabido lo hábil que era con la espada! Sólo una broma…
Pero me hizo pensar... ¿Qué tan bien conocemos REALMENTE a las personas con las que trabajamos? ¿Qué tan bien entendemos realmente a nuestros clientes? Como propietario de un negocio, es fácil pensar que sabemos lo que quieren nuestros clientes. Sabemos qué los motiva, qué los frustra y qué les hace querer trabajar con nosotros... ¿Pero lo sabemos REALMENTE? ¿Cuándo fue la última vez que dedicó algo de tiempo a comprender las necesidades, ideas, dolores y comportamientos de sus clientes? ¿Podría ser que su comprensión sea antigua, desactualizada o simplemente fuera de lugar en primer lugar? En este mundo que cambia rápidamente, es importante recordar que no sólo las industrias y los sistemas están cambiando, sino también las personas. Tenemos que mantenernos al día de manera proactiva no sólo con las innovaciones sino también con nuestra comprensión...
¿Asi que, que de ti? ¿Ha descubierto algo sorprendente sobre sus prospectos o clientes? ¿Y cómo se asegura de que sus ideas y conocimientos de las personas con las que trabaja estén actualizados?
Me encantaría escuchar tu opinión...