Probablemente ya lo sepas... me encanta la música. Siempre me ha gustado.
Intento ir a todos los conciertos que puedo aquí en Birmingham... tenemos estadios y salas grandes y pequeñas, y muchas de las "estrellas" actúan muy cerca de mi casa. Incluso tuve la suerte de ver el último concierto de Black Sabbath y Ozzy Osbourne antes de su triste fallecimiento. Una auténtica leyenda. ¡Menudo día y noche!... La música en directo tiene algo especial, ¿verdad? El ambiente. El público. Esa sensación cuando se apagan las luces.
Pero hoy quiero hablar de otra banda de la que quizás hayan oído hablar... Los Beatles. Mucha gente piensa en los Beatles como una sensación repentina. Cuatro chicos de Liverpool que conquistaron el mundo con canciones pegadizas y cortes de pelo desenfadados. Pero no fue así. Antes de la fama, los programas de televisión y los estadios llenos, eran puro trabajo y esfuerzo en Hamburgo. Tocaban en clubes pequeños y llenos de humo. Tocaban sets de ocho horas. Noche tras noche. Vivían en condiciones de hacinamiento. Actuaban en salas medio vacías llenas de gente ruidosa, más interesada en la cerveza que en la música...
No eran estrellas. Todavía no. Pero ahí aprendieron su oficio. Esas largas noches en Hamburgo los moldearon. Perfeccionaron su sonido. Forjaron su confianza. Les enseñaron a cautivar al público... Para cuando el mundo los vio, ya estaban listos.
Y eso es lo que la gente pasa por alto. Detrás de cada supuesto "éxito de la noche a la mañana" suele haber años de trabajo duro, invisible y poco glamoroso. También lo veo en los negocios. Las empresas que parecen surgir de la nada, probablemente llevan años trabajando en segundo plano. Cometiendo errores, aprendiendo, mejorando, preparándose... Es algo que nadie aplaude, pero es lo que marca la diferencia.
Así que si estás en esa etapa ahora mismo, dedicando horas, trabajando, preguntándote si alguien se da cuenta, sigue adelante. Puede que estés en tus años de Hamburgo. ¿Y cuando llegue tu momento? Estarás listo.
¿En qué has estado trabajando discretamente entre bastidores, esperando el momento oportuno? Cuéntamelo; me encantaría saber qué estás construyendo.