Aquí en el Reino Unido, es una especie de tradición llegar al Año Nuevo con una renovada sensación de optimismo y un montón de resoluciones poco realistas. Perder peso, dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, apuntarse al gimnasio… todas opciones muy populares.  

Y todos los objetivos positivos que debes fijarte… pero hay un problema. Los propósitos de Año Nuevo simplemente no se cumplen. De hecho, las investigaciones muestran que el 90% de las resoluciones fracasan en febrero. Esa es una cantidad enorme.  

Ahora, no te digo esto para arruinar tu fiesta. Y ciertamente no quiero animarte a que no hagas progresos positivos en tu vida, pero hay una solución mejor y es increíblemente sencilla. Entonces, ¿por qué no se cumplen las resoluciones? Bueno, hay muchas razones... Pero sobre todo, es porque al llegar la medianoche, sigues siendo la misma persona que eras antes. Con las mismas ideas, esperanzas, sueños, detonantes y hábitos. El 1 de enero no puede cambiar eso.  

Entonces, ¿cuál es la respuesta? Hábitos. En lugar de establecer grandes propósitos complicados que probablemente nunca alcanzarás, crea pequeños hábitos sostenibles. Suena simple, pero realmente cambia completamente las reglas del juego.  

Hace unos años me encontré con un libro que explica esto mucho mejor que yo. Se llama "La ligera ventaja". Es uno de esos libros que se quedan contigo, los que te vienen a la mente cuando alguien te pide una “recomendación del mejor libro”, y el libro perfecto para leer en enero. Si aún no lo has leído, te lo recomiendo mucho. Podría cambiar tu vida...  

¿Asi que, que de ti? ¿Has establecido alguna resolución de año nuevo? Me encantaría saber cuáles son y por qué los elegiste.